martes, 25 de junio de 2013

Ser ígneo

¡Cómo dejar de escucharte querida salamandra, cómo evitar hacer lo que danzas en mi interior!
He nacido de la noche, de la más desafiante oscuridad para estar sobre el firmamento,
me acerco cada vez a romper la distancia entre tu y yo.
Los humanos nos han querido distanciar mientras lloro de alegría por afirmar que sigues aquí,
para afirmar la vida en mis mas temidos miedos.
Resistes el fuego que cargo, el fuego que lo usas para crear y ascender donde otro no ha llegado
Y es ahí donde el verdadero guerrero domina, obedece la altura donde se inclina para elevarse y conquista 
el valor de su disciplina.

Cuando se lanza al abismo con las alas de su Salamandra