miércoles, 20 de noviembre de 2013

El nido

Dulce máscara multicolor,
como jugueteas para que muerdan el anzuelo,
como te envuelves en tu instinto de camaleón y así comer la presa.
Ya no se sabe quien es dueño de quien,  si tu de la máscara o ella de ti.
Estiras tu lengua desde lejos y atraes al insecto desprevenido que ronda por tus cercanías.
De tanto y tanto usar la máscara se ha ido gastando,
entre una mezcla con tu rostro y los colores que se derriten por tus mejillas...
...Pero a todo este espectáculo me pregunto ¿quién eres?
Si esta parafernalia es el absurdo de los pilares trizados que te sostienen o si es el miedo...

Pero que risotadas me vienen al considerar tales respuestas...
Si lo cierto es que estos colores no son mas que para cazar a la presa,
mientras te camuflas evitando todo tipo de daño. 
Ahora te persigo y noto como tu sudor entre el nerviosismo y la agitación corren más y más la pintura.
Ya no necesito seguirte, ya vi lo que quería ver, 
si tu miedo era que conociera quien eres, pues ya huelo lo que te forma,
pero... ¿quién no ha sido o es un cobarde camaleón,
que arranca y juega a la escondida y así gritar "1, 2, 3 por mi", y así librarse de quien es?

Ahora escucho el aleteo de mi lechuza de vuelta al viaje de mi noche
donde saboreaba los recién frescos cadáveres de mis camaleones;
puede que al comerlos se lleve algo de ellos, 
aún así para superar el miedo de sus rincones profundos necesitas la sangrienta victoria,
para cuando se saboree los dientes con aquellas pieles coloridas 
recuerde con una mofa cuan divertido y necesario riesgo valió para alimentar esas fuertes alas.
El camaleón se preocupó únicamente de comer y comer, 
así engordo sin lograr moverse con agilidad, 
si no lo matas simplemente pesará y pesará.
La hipocresía es la herramienta del cobarde con hambre de poder,
con esa sonrisita que con los recientes "1, 2, 3 por mi" vuelve a mostrar 
debajo de aquella piel adaptable con ojos ojerosos
como ha despojado la posibilidad de sacar su propio ser por un par de migajas e insectos de paz;
como carcome tener que realizar el primer disparo de guerra, pero aman la comodidad camaleones,
ahí parados esperando adaptarse y que su presa se acerque,
pues yo prefiero mi lechuza; noble animal, que por si solo vuela alto,
que necesita cazar, y que para ello necesita descender veloz, dirigirse a la presa y capturarla,
para mantenerse más lejos, más distante en su propio nido,
sin camaleones que quieran manchar con sudor y hediondez aquel lugar tan preciado...
¿Cómo crear tu nido sin antes poder volar?
Pero los multicolores gritan "es para sobrevivir"
y la lechuza sonriente les susurra desde el nido "yo necesito vivir
y si la vida es guerra en guerra me transformaré"  

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